Un fin de semana unido a dos días de vacaciones, cunde bastante para hacer kilómetros y volver a visitar, si el tontón no te vuelve loco (algo que en ocasiones sucede), sitios con encanto que ya vas olvidando. Teníamos planeado llegar a
La Alberca, dejando a un lado
Béjar, pero cosas que pasan, el tontón nos llevó a Bejar, me hubiera gustado mucho darle un abrazo a
Elena, no pudo ser, espero que a la próxima sea si o si.
Esa mañana, todo fue un poco a contramano, salimos una hora más tarde, nos equivocamos de camino, de pasada a mi mano derecha vi un pueblo precioso, Puente del Congosto, más no paramos, la estampa queda en mi retina y espero poder verlo más de cerca en otra ocasión.
Como os decía llegamos a Bejar, aparcamos al lado del Parque, preguntamos en Información y Turismo que está al lado y recorrimos toda la calle mayor hasta llegar al Palacio Ducal, comimos, tomamos un cafetito y nos marchamos a Hervás, nuestro destino de esa tarde/noche estaba en Plasencia.
Palacio Ducal, hoy convertido en Instituto de enseñanza secundaria.
Panorámica de la Plaza
Iglesia del Salvador
Diría que las imágenes más bonitas de Bejar, son las del otro lado, cuando entras a Bejar viniendo desde Avila y ves toda la ciudad en lo alto, con el rio al fondo, como si fuese inexpugnable. El Castañar es una maravilla, lo recuerdo de la vez anterior, en esta ocasión el tiempo apremiaba. Las fotos están hechas con el móvil.
(Esta foto no es mía, la he tomado de internet).